No estoy demasiado puesto en la música electrónica, así que cuando la Tortuga me sugirió este disco, no sabía muy bien qué esperar de él. No conocía (y sigo sin conocerlos más allá de este álbum) a The Orb, aunque recordaba haberlos visto en varios sitios como un grupo de cierta importancia en su género, y por algún motivo, al instante, vino a mi mente la portada de U.F.Orb, su segundo disco, probablemente por lo horrenda que és. Aparte de eso, lo único que me sugerían era ácido y lámparas de lava.
Fue el nombre de David Gilmour lo que hizo que me interesase inmediatamente por él. He leído que The Orb son conocidos por ser considerados los iniciadores del ambient house. No tengo ni idea. Si ya me pierdo entre las diferentes (y muchas veces absurdas) etiquetas del rock, me muevo con pies de barro entre los distintos estilos de música electrónica. Sin embargo, cuando Metallic Spheres comienza y suenan las primeras notas salidas de la guitarra de Gilmour, siento que estoy en terreno conocido.
Con dos grandes suites que se alargan hasta los 20-28 minutos de duración, y reminiscencias floydianas, podría meter este disco en el cajón del rock progresivo más espacial y olvidarme de otras etiquetas. La música fluye apaciblemente y es fácil perderse entre los loops y los ambientes creados por The Orb, en los que las seis cuerdas de David Gilmour se mimetizan perfectamente.
Me hubiese gustado que las guitarras tuviesen aún más protagonismo, en forma de épicos solos con tintes más rockeros, pero el álbum se mueve en todo momento por aguas tranquilas, sin abandonar esa etiqueta ambient, downtempo, o lo que sea, y “la voz y guitarra de Pink Floyd” (como se anuncia siempre en los discos en los que participa) mantiene el contador de notas al mínimo, centrándose principalmente en crear sonidos y texturas, eso si, siempre reconocible e inconfundible. En el segundo tema, la guitarra se vuelve menos presente en favor de la percusión y el bajo, creando ritmos cercanos a la world music.
Un disco para escuchar con cascos, dejándose llevar por sus sonidos, y que también funciona muy bien como música de fondo. Interesante para amantes de la música electrónica tranquila y psicodélica, y para yonquis de Pink Floyd.
Año de publicación: 2010
Nacionalidad: Reino Unido
Género: Ambient
Si quieres escuchar algo más de The Orb, puedes empezar por el principio, por el The Orb's Adventures Beyond the Ultraworld. Lo recuerdo con bastante cariño, aunque hace mucho que no lo escucho, la verdad. Eso sí, guitarras, lo que son guitarras, pocas.
ResponderEliminarGracias por la recomendación :D. No me importa demasiado que no haya guitarras, me interesaban especialmente en este caso, por ser David Gilmour, pero no son imprescindibles. Un Saludo!.
ResponderEliminarEl vídeo es buenísimo. Y la música responde fielmente a lo que has descrito.
ResponderEliminarAhí ahí, va saliendo ya material :D
ResponderEliminarLlevo tiempo queriendo probar este disco, lo han movido tanto en el Facebook de Gilmour que oye, tarde o temprano caeré...